El cromato de zinc se utiliza principalmente en la pintura industrial como recubrimiento sobre materiales de hierro o aluminio. Fue ampliamente empleado en aviones por el ejército estadounidense, especialmente durante las décadas de 1930 y 1940.

Actualmente, se usa en una variedad de recubrimientos de pintura para las industrias aeroespacial y automotriz. Su función como agente resistente a la corrosión se aplicó inicialmente a piezas de aleación de aluminio en aviones comerciales y, posteriormente, en aviones militares.

Durante las décadas de 1940 y 1950, era común encontrarlo como pintura en los huecos de las ruedas del tren de aterrizaje retráctil de los aviones militares estadounidenses, donde protegía el aluminio de la corrosión. Este compuesto resultó un recubrimiento muy útil debido a que actúa como imprimante anticorrosivo y antioxidante.

Dado que es altamente tóxico, también elimina el crecimiento orgánico sobre las superficies tratadas. Además, el cromato de zinc se emplea en pinturas en aerosol, pinturas artísticas, pigmentos para barnices y en la fabricación de linóleo.

Cuando se utiliza como pigmento, recibe los nombres de amarillo de zinc, amarillo ranúnculo o amarillo 36. Sin embargo, su uso en el arte es poco frecuente, ya que el pigmento tiende a degenerar hasta adquirir un color marrón.